por Elizabeth Johnson
Cuando se completa un espectáculo, todos sus planificadores y proveedores toman un merecido respiro profundo (tal vez incluso unas vacaciones) antes de pasar al siguiente espectáculo. Si bien la “temporada baja” en nuestro negocio es increíblemente corta, si no inexistente, el tiempo entre el final de un evento y el comienzo de la planificación y comercialización del siguiente es un momento crítico para evaluar. Aquí hay cinco acciones que debería tomar:
- Revise la marca de su evento—¿Está alineado con la misión o los objetivos estratégicos de su organización? ¿Transmite con precisión la experiencia que tendrán los participantes en la feria? ¿Qué ajustes se deben hacer en la marca para mejorar la alineación?
- Obtenga comentarios de sus partes interesadas—¡Y aplícalo! Vaya más allá de una encuesta, llame y entreviste a las personas, o póngase en su lugar para ver dónde están sus puntos débiles. Descubra lo que les gusta o no les gusta a los asistentes, líderes y patrocinadores de su programa. ¿Qué puedes agregar o eliminar para mejorar sus experiencias?
- Investigar otros programas— ¿Hablar con otros organizadores de ferias y obtener información sobre lo que les funciona? Discuta temas generales en reuniones periódicas con su capítulo local de la IAEE o en chats en línea, como #expochat en Twitter.
- Evalúe su campaña de marketing—¿Estás utilizando las tácticas más efectivas, las últimas herramientas disponibles o lo estás haciendo como “siempre se ha hecho”? Los datos y las tácticas digitales pueden ayudarle a llegar a nuevas audiencias o a transmitir sus mensajes de forma más eficaz.
- Revisar la nueva tecnología—La tecnología está cambiando rápidamente y afecta todos los aspectos de la industria, desde el registro hasta la navegación en la sala de exposiciones. Es importante mantenerse al día con los cambios y continuar agregando funciones que mejorarán las experiencias de los asistentes y expositores.
La naturaleza de los eventos, a diferencia de muchos otros productos, ofrece un ciclo de vida conveniente (un comienzo y un final obvios) que permite la evaluación y los cambios necesarios. A los programas que puedan girar y mantenerse ágiles les resultará más fácil lograr el éxito en el clima económico actual.
Elizabeth Johnson es directora de marketing de contenidos de Frost Miller. Las opiniones son suyas. Puede comunicarse con ella en ejohnson@frostmiller.com.